martes, 24 de mayo de 2011

El Evangelio según San Juan


El Evangelio de Juan es uno de los cuatro evangelios de la Sagrada Biblia, es el cuarto libro en orden cronológico presentado en el Nuevo Testamento. El Evangelio de Juan es una perspectiva única de la vida de Jesucristo. Se diferencia de los otros tres evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, al enfocarse más en temas espirituales que en eventos históricos. El autor de este evangelio fue el discípulo Juan, uno de los doce discípulos que siguieron a Jesucristo durante Su ministerio terrenal. El autor se identifica a sí mismo en los últimos capítulos del evangelio: “Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero.” (Juan 21:24). Juan era conocido también como “el discípulo a quien Jesús amó” (ver Juan 13:23, 19:26, y 21:7). Tal vez esto explica lo singular del registro de Juan sobre la vida de Jesús. El libro está lleno de testimonios directos de experiencias con Jesucristo, que ocurrieron durante los 33 años de la vida de Cristo en la tierra. Los expertos generalmente aceptan que el Evangelio de Juan fue escrito entre el año 50 y el 85 d.C. El Evangelio de Juan está organizado en 21 capítulos. El libro comienza con la verdad fundamental de Dios con un estilo poético de presentación. “En el principio era el Verbo (Jesucristo), y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios.” (Juan 1:1-2). Los relatos de la vida de Cristo comienzan en el capítulo uno, con Juan el Bautista confirmando la profecía e identificando a Jesús como “el cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). En el primer capítulo, Jesús también llama a sus primeros discípulos a que le sigan.En el segundo capítulo del Evangelio de Juan, Jesús ejecuta Su primer milagro al cambiar el agua en vino. En Juan 2:19, Él también predice Su resurrección después de tres días. El capítulo 3 contiene dos de los versículos más importantes de toda la Biblia, Juan 3:16 y 17, los cuales resumen la importancia de Jesucristo y Su propósito para el mundo. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a Su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él.” El resto del libro contiene vívidas lecciones e instrucciones de Jesucristo de cómo vivir de acuerdo a la voluntad de Dios y qué prioridades son importantes en la vida. Jesús utilizó muchas parábolas para enseñar efectivamente a la gente. Por ejemplo, en el capítulo 15, Jesús explica la importancia de tener una relación con Él, y la verdadera diferencia que puede hacer en la vida. Él se describe como la vid y a Sus discípulos como las ramas que crecen de la vid. Él describe a Dios como el jardinero que poda la vid para maximizar la cosecha. En el Evangelio de Juan hay muchas otras ilustraciones de Jesús hablando a través de parábolas.El Evangelio de Juan presenta muchas lecciones para vivir la vida en la tierra y determinar nuestro destino eterno después de morir. Primero, el libro establece claramente que Jesucristo es el Mesías judío que fue profetizado en el Antiguo Testamento de la Biblia. Segundo, el libro sustancia el propósito de Jesucristo y la razón de que fuera enviado a la tierra por Dios. Además, el Evangelio de Juan se diferencia de los otros evangelios al enfocarse menos en los eventos y más en los temas espirituales. Finalmente, existe un claro mensaje en el Evangelio de Juan que nos ayuda a entender la verdad acerca de Dios, la verdad acerca de la eternidad, y la verdad acerca de tomar la decisión de aceptar a Jesucristo como nuestro Salvador personal. Por supuesto, un resumen del Evangelio sólo puede proporcionar lo más relevante del texto real y no puede reemplazarlo. Le exhortamos grandemente a leer el Evangelio de Juan para aprender más acerca de Jesucristo y de Su plan para su vida.



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El Evangelio según San Lucas

Evangelio de San Lucas Está compuesto por 22 capítulos, en los que se puede distinguir un esquema básico referido al kerigma: Jesús nace, predica, sufre la pasión, muere y resucita. En la primera parte se nota el interés del autor en subrayar como fue el nacimiento de Jesús por obra del Espíritu Santo; un rasgo particular es que la genealogía de Jesús se extiende hasta Adán, lo cual lo diferencia del Evangelio de San Mateo que propone una genealogía que parte desde Abraham y termina en Jesús. Este es el Evangelio más completo. El vocabulario general y su forma de expresarse denotan la cultura del autor. A menudo hace referencia a enfermedades y diagnósticos. Lucas enfatiza la relación de Jesús con la gente, subraya la oración, los milagros, los ángeles; plasma inspirados himnos de alabanza y adjudica un lugar sobresaliente a la mujer. Gran parte de 9.51-18.35 no aparece en otro evangelio.  

Todo nacimiento es un milagro y cada niño es un regalo de Dios. Pero cerca de veinte siglos atrás, ocurrió un milagro de milagros. Nació un niño, pero este era Hijo de Dios. Los Evangelios hablan de este nacimiento, pero el doctor Lucas, como si fuera el médico comadrón, nos ofrece mayores detalles de esta asombrosa ocasión. Jesús se presentó en la historia con Padre divino y madre humana: Dios manifestado en carne.
Lucas afirma la divinidad de Cristo, pero el verdadero énfasis de este libro radica en mostrar su humanidad: Jesús, el Hijo de Dios, es también el Hijo del Hombre. Como médico, Lucas era un hombre de ciencia; y como griego era un hombre de detalles. No sorprende, por lo tanto, que empiece delineando su investigación extensa y explicando que lo que informa es cierto (1.1-4). Además, Lucas fue un amigo personal y compañero de viaje de Pablo, de manera que pudo entrevistar a los otros discípulos, tener acceso a otros informes históricos y también fue testigo del nacimiento y crecimiento de la iglesia primitiva. Su Evangelio y el libro de Hechos son documentos históricos confiables.



lunes, 23 de mayo de 2011

El Evangelio según San Marcos

El segundo Evangelio, al igual que los otros dos Sinópticos, trata principalmente sobre el ministerio de Cristo en Galilea, y los acontecimientos de su última semana en Jerusalén. En una breve introducción se tocan ligeramente el ministerio del precursor y la preparación inmediata de Cristo para su obra oficial por su bautismo y las tentaciones (1,1-13); luego sigue el cuerpo del Evangelio, que trata del ministerio público, la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo (1,14 - 16,8); y, por último, la obra en su forma actual, da un relato resumido de algunas apariciones del Señor resucitado, y termina con una referencia a la ascensión y a la predicación universal del Evangelio (16,9-20). San Marcos pasa en silencio sobre los eventos preliminares registrados por los otros Sinópticos: la concepción y el nacimiento del Bautista, la genealogía, la concepción y el nacimiento de Jesús, la llegada de los reyes magos, etc. Él está mucho más interesado en los actos de Cristo que en sus discursos; sólo da dos de ellos de una extensión considerable (4,3-32; 13,5-37). Narra los milagros más gráficamente y les da gran prominencia, le dedica a ellos casi una cuarta parte de todo el Evangelio (en la Vulgata 164 versos de 677), y parece haber un deseo de impresionar a los lectores desde el principio con la omnipotencia de Crismismo primer capítulo registra tres milagros: la expulsión de un espíritu inmundo, la curación de la suegra de Pedro y la curación de un leproso, además de aludir resumidamente a muchos otros (1,32-34), y de los dieciocho milagros registrados en total en el Evangelio, todos menos tres (9,16-28; 10,46-52, 11,12-14) ocurren en los primeros ocho capítulos. Sólo dos de estos milagros (7,31-37, 8,22-26) son peculiares de Marcos, pero, con respecto a casi todos, hay toques gráficos y detalles minuciosos que no se encuentran en los otros Sinópticos. De las parábolas propiamente dichas Marto y el dominio sobre toda la naturaleza. El cos tiene sólo cuatro: el sembrador (4,3-9), la semilla que crece en secreto (4, 26-29), la semilla de mostaza, (4,30-32) y los viñadores homicidas (12,1-9); la segunda de ellas no aparece en los otros Evangelios. Se presta especial atención a todos los sentimientos humanos y emociones de Cristo, y al efecto que producen sus milagros en la multitud. Las debilidades de los Apóstoles son mucho más evidentes que en los relatos paralelos de San Mateo y San Lucas; lo cual se puede deber probablemente a los discursos gráficos y sinceros de Pedro, sobre los que la tradición dice que se basa en Marcos.



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El Evangelio según San Mateo

¿Quién era Mateo, llamado también Leví? Leemos en el Evangelio que era cobrador de impuestos y que Jesús hizo de él uno de sus apóstoles (Mt 9,9 y Mc 2,13). Los testigos más antiguos (Papías hacia el año 130; Ireneo hacia el 180; Orígenes hacia el 200) le atribuyen un Evangelio “escrito en letras hebraicas” que todavía era conocido en el tiempo de san Jerónimo (siglo cuarto). Nuestro Evangelio según Mateo, escrito posteriormente en griego, debe tal vez su nombre al hecho de que integró en su relato la traducción de la obra primitiva de Mateo. Con toda probabilidad este Evangelio fue escrito en una comunidad cristiana en la que había cristianos de origen judío y griego, tal vez Antioquía (véase He 12,1 y 13). Es el momento en que el sumo sacerdote Ananías hizo apedrear a Santiago, el obispo de Jerusalén (62). Entonces los cristianos son excluidos de la comunidad judía y ya no son protegidos por las leyes romanas que autorizaban a los judíos a que no sacrificaran a las divinidades romanas y un poco más tarde serán perseguidos por Nerón (64-65). Este Evangelio trata de mostrar que los cristianos no deben preocuparse si por ahora los rechaza su pueblo. La comunidad oficial que no ha creído se ha quedado fuera del Reino, al que entraron los que han reconocido al Mesías. Esta minoría ha recibido los “bienes de la alianza” prometidos por los profetas. En adelante deben compartirlos con los creyentes de todo origen que querrán integrarse en la Iglesia. Bajo esta perspectiva, toda la historia de Jesús es presentada como un conflicto que termina en una separación: véase el final del capítulo 13. En adelante Jesús no predicará ya a las muchedumbres sino sólo a sus discípulos. Mateo destaca la figura de Jesús como predicador y Maestro de la Escritura. Se interesa en forma especial por las palabras de Jesús, que son más numerosas en su Evangelio que en los demás, y en cambio cuenta sus gestos y sus milagros del modo más esquemático posible.



Evangelios Sinópticos

El término evangelios sinópticos es utilizado para hacer referencia a tres de los evangelios canónicos, en concreto los de Mateo, Marcos y Lucas, entre los cuales existen grandes afinidades. El término sinóptico proviene de los formantes griegos συν (syn, "junto") y οψις (opsis, "ver").
La palabra "sinóptico" indica que los contenidos de estos tres evangelios pueden ser dispuestos para ser "vistos juntos", bien en columnas verticales paralelas, bien en sentido horizontal.
En 1766 J.J. Griesbach presentó su sinopsis sobre los tres evangelios, organizando las partes comunes entre ellos en un formato de columnas. El estudio de Griesbach ganó popularidad en el ambiente académico, lo que llevó a llamar a los 3 evangelios "los sinópticos".
Las similitudes entre los sinópticos suscitaron el llamado problema sinóptico, es decir, la cuestión acerca de qué relación hay entre ellos. Existen varias hipótesis que intentan contestar a esta pregunta. En la actualidad la más aceptada es la teoría de las dos fuentes, según la cual los evangelios de Mateo y de Lucas se basaron en el de Marcos y en otra fuente desconocida, denominada fuente Q, consistente sobre todo en dichos de Jesús. En cuanto a la información que nos proporciona la arqueología, el manuscrito más antiguo de los evangelios es el llamado Papiro P52, que contiene gran parte del Evangelio de Juan y, según los papirólogos, es de la primera mitad del siglo II, aunque no existe consenso acerca de la fecha exacta, habiendo quienes retrasan su datación al primer cuarto del siglo II y quienes consideran que es del segundo cuarto. De todos modos es extraordinario el brevísimo lapso que separa al manuscrito original de Juan con la copia sobreviviente más antigua. Y esto se constata en menor proporción...